Test de personalidad de filósofos

El Test de Personalidad de Filósofo de IDRlabs (IDR-PPT) ha sido desarrollado por IDRlabs.

El test cuenta con los siguientes filósofos:

Nietzsche: Nietzsche fue un filósofo alemán y un crítico cultural. En cuanto a su biografía, expresaba desprecio y asco por el comportamiento de la mayoría y se burlaba de ellos sin cesar. Nietzsche creía que toda filosofía es autobiográfica y que nuestros supuestos "principios" están realmente influidos por nuestro propio interés y nuestras experiencias físicas y sensoriales. Además, aconsejaba que no viviéramos una vida excesivamente cautelosa y ordenada, sin arriesgar nada, ya que los resultados que pueden derivarse de correr riesgos pueden conducir al crecimiento personal. Además, Nietzsche sostenía que la verdad objetiva es imposible: sólo puede haber perspectivas e interpretaciones impulsadas por los intereses y experiencias de una persona. Para Nietzsche, es importante que cada individuo encuentre el sentido de su propia vida y viva de acuerdo con ese sentido.

Kant: Gran científico y gran filósofo, Kant pretendía fusionar los escritos de Newton con la filosofía de su época. Para Kant, la mente humana contiene las facultades que nos parecen entretejidas en el universo físico (como la cantidad, la causalidad, la existencia de la totalidad, etc.). Estas facultades interactúan con la realidad tal y como existe en sí misma, creando una síntesis que nos parece "objetivamente verdadera" mientras que, de hecho, solo es verdadera según la síntesis entre las categorías racionales de la mente humana y la "materia" bruta de la realidad que nos es incognoscible en su forma no sintetizada. Además, Kant fue un pensador notable en el ámbito de la ética, donde desarrolló el enfoque de la ética basado en reglas y resumió su enseñanza en el imperativo categórico: Una acción sólo puede ser ética si puede ser seguida como principio general por todos los miembros de la sociedad, en todas las situaciones similares.

Platón: Platón propuso que el único conocimiento verdadero implica el pensamiento racional, que en última instancia se sublima en el conocimiento intuitivo y místico del bien. Según Platón, al final de este viaje se encuentra una experiencia de iluminación, en la que el alma capta de golpe la fuente metafísica del universo, disipando toda ignorancia y alcanzando la sabiduría inmortal. Como el alma es inmortal y ha nacido muchas veces antes de su vida actual, ya ha visto muchas cosas, tanto en este mundo como en los mundos más allá de éste. Por otra parte, Platón postuló que no todos son capaces de subir esta escalera del conocimiento hasta la trascendencia mística. Tienen apetitos que los hacen más aptos para ser obreros y esclavos, mientras que los que están dominados por el honor y el valor son más aptos para ser soldados y policías.

Aristóteles: Aristóteles estaba motivado, sobre todo, por el deseo de conocer, una búsqueda que llevó a cabo recopilando datos sobre todo tipo de cosas, desde animales y plantas hasta constituciones políticas y obras de teatro. Con una mente de ingeniero o científico, Aristóteles vio rápidamente los patrones en los datos, agrupando todo por puntos en común, propiedades y estructura general. Utilizando una racionalidad no sentimental, Aristóteles también aplicó estos principios a los seres humanos, clasificándolos por temperamento, sexo, raza y otras propiedades diversas con una sagacidad sensata que hizo que sus observaciones fueran leídas y celebradas a lo largo de los siglos. En cuanto a la felicidad, Aristóteles creía que se alcanza mejor haciendo lo que nos es natural y haciéndolo bien; en otras palabras, cumplir el propio propósito y convertirse en un dechado de excelencia humana.

Hume: Hume era escéptico ante la mayoría de las creencias, ya fueran religiosas o derivadas de la pura racionalidad sin datos experimentales que las respaldaran. En consecuencia, la fricción con las ortodoxias establecidas de su tiempo fue un tema constante en su vida. Al igual que sus predecesores empiristas, Hume creía que el contenido de la mente sólo procedía de la experiencia. Hume es conocido por la división es-pensamiento, también llamada la bifurcación de Hume: la proposición de que no es posible derivar un "es" de un "debería" (por ejemplo, no podemos pasar de la proposición moral de que todo el mundo debería ser igual de inteligente a la proposición fáctica de que todo el mundo es igual de inteligente). Además, Hume propuso enormes desafíos a conceptos como la causalidad y la inducción, desafíos que algunos consideran que nunca se han resuelto.

Epicuro: Epicuro aconsejaba a sus seguidores llevar una vida sencilla. Por ejemplo, su comida y bebida consistían principalmente en pan y agua, con el queso como un raro capricho. Epicuro, que ha sido muy malinterpretado por la posteridad, en realidad aconsejaba evitar los placeres intensos, ya que a menudo iban seguidos de dolor, bien por el exceso de indulgencia, bien por la pérdida de acceso a los placeres. Asimismo, Epicuro sostenía que los placeres más intensos y poco comunes harían, al mismo tiempo, menos placenteros los placeres comunes y menos potentes, robando así al hombre que se entrega a los placeres enrarecidos la oportunidad de disfrutar de una vida sencilla y tranquila.

Diógenes: Diógenes optó por quedarse sin hogar y se instaló en una gran tinaja de barro en la acera. Permaneció en su vivienda callejera, donde escandalizó a la ciudadanía ateniense con comportamientos aparentemente locos y groseros, respaldados por insultos y ocasionales dichos sabios. Se podría decir que Diógenes fue el primer punk de la historia, un auténtico provocador al que poco le importaba su propio bienestar o su seguridad física, burlándose tanto del altivo Platón como del poderoso conquistador y rey Alejandro en una muestra despiadada de lo engreídos que parecían cuando se les miraba a través de la lente de su filosofía y visión de la vida, chocantes y sin tapujos. Además, Diógenes desaprobaba la religión convencional y creía que las costumbres sociales son invenciones humanas y que adherirse a ellas conduce a la hipocresía.

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